21.10.12

Memories.


-¿Por qué ya no hablas con él y solo le ignoras como si te diera igual y no te importara? Pensaba que le querías, o al menos, que te gustaba.
+Te equivocas, nunca me gustó realmente, y mucho menos llegué a quererlo. Sólo lo utilizé para sacarme a quién ya sabes de la cabeza.
-No puedo creerte, lo siento.
+¿Por qué no? Creo que te lo he dejado bastante claro. Te mentí, lo siento. Pero era parte del plan. Necesitaba olvidarle, y lo sabes.
-¿Sabes que es lo que creo yo? Que ahora estás como al principio, como cuando intentabas olvidar al otro chico. Quieres olvidarle, porque sabes que lo vuestro es imposible, y por ello, te autoconvences a ti misma de que no te importa, de que nunca te importó. Dices que nos has engañado a todos, pero solo te engañas a ti misma. Siempre que hablabas de él he estado contigo, y he visto como te brillaban los ojos y sonreías tontamente cuando tú o alguien pronunciaba su nombre, o cuando me contabas cualquier tonteria que te había dicho. He presenciado como lo mirabas cuando lo tenías delante, como temblabas cuando te rozaba, o la cara de felicidad que se te quedaba después de estar con él. ¿Recuerdas como pasabas las veinticuatro horas del día este verano pegada al móvil para ver si te enviaba algún mensaje? Porque yo sí. ¿Sabes? Ví tus lágrimas aquella noche, y no fueron solo por amistad. También lloraste por él, por la decepción y el cansancio de luchar por alguien que realmente es imposible. Y esas lágrimas eran de verdad, no creo que entraran en ese gran papel que te has montado tú solita. Ahora le evitas, le ignoras, no quieres verle, no quieres hablar con él... Sólo quieres olvidarlo, te has dado por vencida, no aguantabas más toda esa historia y te has rendido. Evitas cualquier contacto con él para que no vuelva a engatusarte como la última vez, porque sabes que lo vuestro nunca ocurrirá. Él está enamorado, de verdad, y no soportas que no sea de ti. No eres capaz de soportar la idea de no poder llegar a besarle nunca sin sentirte culpable. Tampoco puedes soportar que bese todos los días otros labios que no son los tuyos. Y no puedes abrazarle, no quieres abrazarle, porque si te abraza... si tan solo te roza un segundo, todo se va a la mierda otra vez. Volverás a las infinitas noches pensando en su sonrisa, esa sonrisa que te congelaba la sangre. Y en todos los viajes y planes que nunca llevareis a cabo. Y ahora, al observar que él empieza a olvidarse de ti... que empieza a centrarse en lo que verdaderamente debería y siempre ha tenido ahí, solo quieres desaparecer, y que él desaparezca de tu vida. Y te entiendo. Y comprendo todo lo que estás pasando, pero no puedes engañarte a ti misma diciéndote que para ti fue solo un juego, porque fue mucho más.
+Aún no me he acostumbrado a acostarme sin sus buenas noches... Los días vuelven a ser eso, días, y esto de pasar semanas sin verle, bueno, lo voy llevando mejor, pero no puedo soportarlo. Antes hablábamos sin parar, aunque fueran simples tonterías, pero estaba ahí. Siempre estaba ahí. No te imaginas lo feliz que me hacía con tan solo un abrazo, un mensaje, o cuando me miraba directamente a los ojos y me lo decía todo.
-Sabía que no me equivocaba.
+Y yo sabía que me estaba engañando a mi misma. Pero no puedo más. Me he rendido, y si por ello soy cobarde o me faltan ganas de luchar, no me importa. No vine a este mundo para esperar a nadie, y mucho menos a alguien en esas condiciones. ¿Y sabes? Tampoco voy a hablarle. ¡Viva el orgullo! Pensarás. Pero no es solo orgullo, es mucho más que eso. No puedo seguir con esto, al principio veía las cosas de otra manera, estaba totalmente metida en esta historia, sólo podía imaginar lo bonito que sería estar con él cuando dejara todo por mi. Pero ahora que hace un tiempo que abrí los ojos, y todas esas imágenes y bonitos pensamientos de nosotros dos se han desvanecido, la idea de que llegara a dejarlo todo por mi solo me produce risa. No merece la pena correr por alguien que no da ni un paso por ti. Y eso haré. Quizás con el tiempo él se de cuenta, y todo lo que soñé se haga realidad, pero creo que ya será tarde, y otro se habrá adelantado. Nunca sabré lo que habría pasado si hubiera seguido luchando, porque ya no lucharé más, pero todos esos momentos que he vivido con él, los llevaré conmigo. Para mi será como el amigo que nunca conseguí tener realmente. Porque nunca lo vi como un amigo, siempre lo vi como algo más. Quizá ese fue mi problema. Crearme falsas ilusiones de donde solo había una bonita amistad. Pero en fin, que más puedo decir, tengo 16 años, aún no sé nada de la vida, pero por lo poco que sé, pienso que estoy haciendo lo mejor, para mi y para él. Espero que su bonita historia dure muchísimo, y que le de a ella todo el amor que a mi no me pudo dar. Yo seguiré con mi vida, con mis amigos, saliendo, conociendo gente... Y con esto no quiero decir que no vuelva a hablar con él. Seguro que volvemos a hablar. Tal vez, mañana, o pasado, o incluso esta noche. Pero nunca volverá a ser lo mismo. Ya no.

15.10.12

TVD.



-Te he traido esto.
-Pensé que se había perdido. Gracias.
-Sólo tengo que decirte algo.
-¿Por qué tienes que decirmelo con mi collar?
-Porque lo que voy a decir es probablemente la cosa más egoista que he dicho en mi vida.
-Damon, no.
-No, sólo tengo que decirlo una vez. Tú solo necesitas oirlo: Te quiero Elena. Y es porque te quiero por lo que no puedo ser egoista contigo, y por lo que no puedes saber esto. No te merezco. Pero mi hermano sí. Dios desearía que no tuvieras que olvidar esto... pero tienes que hacerlo.


-Esto es más infernal de lo que pensaba.
-Aún hay esperanza.
-Han sido mis decisiones las que me han traído hasta aquí. Me merezco esto, merezco morir.
-No. No es verdad.
-Me lo merezco Elena, no pasa nada. Porque si hubiera elegido otras cosas no te habría conocido. Lo siento mucho. Siento haberte echo tanto daño.
-Tranquilo, te perdono...
-Sé que quieres a Stefan, y que siempre querrás a Stefan. Pero te quiero. Tienes que saberlo.
-Lo sé.
-Debiste conocerme en 1864. Te habría gustado.
-Me gustas ahora. Tal y como eres.
-Gracias...
-De nada.


-Gracias.
-No es nada.
-No solo por esto Damon, por todo. No sé que haría si no estuvieras aquí.
-Tienes que saber una cosa. Stefan no nos la jugo. Nos la jugo pero por una buena razón.
-¿Cual?
-Salvo a Klaus para salvarme a mi. Y robó los ataudes para vengarse.
-Pero, Damon, si lo hizo para protegerte, ¿Por que haría algo asi? ¿Qué significa esto?
-Significa que soy un idiota. Porque pensé por un segundo que ya no tendría que sentirme culpable.
-¿De qué estás hablando? ¿Culpable de qué?
-De querer lo que quiero.
-Damon...
-Lo sé. Y creeme lo asumo. Eres la chica de mi hermano.
No... No ¿Qué coño? Si tengo que sentirme culpable por algo que sea por esto.
....
-Buenas noches, Elena.


-Elena, ¿Te has salido con la tuya?
-Lo cierto es que sí.
-Bien, ahora me cuentas. Vamos.
-No Damon, no. ¡Suéltame!. Oye, siento haberte tenido que dejar fuera del  plan.
-Ese no era plan, no has debido de venir.
-¿Crees que queria acerlo a tus espaldas? Pues no. Pero de no haber sido por Stefan te habrias hecho el heroe y lo habrias arruinado todo.
-Perdon por intentar salvarte. Está claro que a Stefan ya no le importas mucho.
-¿Te has enfadado porque he acudido a Stefan?
-No... ¡Me he enfadado porque te quiero!
-Alomejor ese es el problema.
-...
-No... No quería.
-No, queda claro, Elena. Me importas demasiado. Soy un estorbo. Por irónico que sea.

-¿Qué estas haciendo?
-¿Qué quieres decir?
-Hemos hecho este viaje, y me has besado, ¿Qué estas haciendo?
-Stefan cree que siento algo por ti.
-Hum. ¿Es cierto?
-No lo sé...
-Ah. Y has pensado que este viajecito ayudaria a aclararte.
-No.
-¿O estás esperando a que la cague y así te ahorre el mal trago de decidir?
-¡Damon...!
-¿¡Me equivoco!?
-¡Siempre haces lo mismo Damon! Tejiversas las cosas. Piénsalo, siempre que hay algún impedimento arremetes contra todos.
-¿Y si no lo hiciera? ¿Y si no hubiera impedimentos? Lo siento Elena, pero esta vez no voy a ponértelo tan fácil. Vas a tener que decidir tú solita...



-¿Damon?
-Malas noticias hermano, Alaric le ha clavado la estaca a Klaus. Ha muerto.
-Yo me encuentro bien, ¿tu notas algo?
-No.
-Saech tardo una hora en sentirse mal.
-Ya, o Klaus nos mintió y no creó nuestro linaje.
-Pero si no mentía, en una hora no te da tiempo a volver a Mystic Falls.
-¿Para tener una despedida épica, Stefan?
-Nosotros no. Tú y Elena.
-Bueno... creo que vas a tener que despedirte tú por los dos. Llámame si toses un pulmón.
...
-Matt, tenemos que volver. Si Klaus creó su linaje van a morir todos. ¡Tenemos que volver!
-Elena, Damon no está con ellos.
-¿Qué?
-Esta a 150 km. Puedo seguir y llevarte hasta él, o dar la vuelta y llevarte hasta Stefan. Tú eliges.
...
-No me lo digas, ¿quieres saber si me ha visitado ya la muerte?
-Damon, ¿Como te encuentras? ¿Algún síntoma?
-Aún no, pero ya veras como nos reimos cuando descubramos que Klaus es un trolero.
-Sí, pues claro que sí.
-¿Donde estas?
-Matt me lleva a casa.
-Con Stefan...
-No solo con Stefan, Damon. Con Caroline, con Tyler...
-No Elena, lo pillo. Oye, ya que probablemente me muera. ¿Puedo hacerte una pregunta?
-Sí, claro.
-Si solo estuvieramos él y yo, y tuvieras que elegir de quien despedirte... ¿Quién sería?
-Le quiero, Damon. Llegó a mi vida cuando le necesitaba y me enamoré de él al instante. Y al margen de lo que sienta por ti, nunca dejaré de quererle.
-Queda claro. Stefan. Es y será siempre Stefan.
-No sé si habrá un siempre. Sólo puedo pensar en el ahora. Y me importas mucho Damon... Por eso tengo que dejarte ir... Alomejor, si nos hubiéramos conocido primero.
-Alomejor...
-No te pasará nada. No te pasará nada ¿Me oyes? Y nos veremos muy pronto.
-Muy pronto... Adiós Elena.

"No les digas que estoy aquí. Han discutido. Sé que quieres impedirlo, para protegerla, pero eres joven tú no lo entiendes. Es cierto que ella le hace mejor persona, y mucho, pero él... El también la cambia. Damon la desafia, la sorprende. Le hace cuestionarse su vida, sus creencias. Stefan es diferente, su amor es puro, y es lo mejor para ella. Damon puede ser lo mejor para ella, o lo peor."

10.10.12

¿Sabes que te quiero?


Paula está muy nerviosa. Rebusca en su mochila y de ella saca el paquete de tabaco. Alcanza un cigarro y se lo pone en la boca. Alan lo ve y se lo arrebata.
-Dame eso. En este coche no se puede fumar. Además, es por tu salud.
Y lo lanza a la carretera.
-¡¿Qué haces?! ¡¿Otra vez?!- exclama, muy enfadada.
-Es por tu bien.
-¡Por mi bien sería que tú no fuera un mujeriego, que no tuvieras una novia, un ligue o una amante en cada país, y que, en lugar de hacerme ilusiones y ser un chulo, fueras un encanto y un tío con quien mereciera le pena arriesgar!
Los gritos de Paula retumban en la cabeza de Alan, que no es capaz de pronunciar ni una sola palabra en su defensa. Alguna vez le habían hablado así, pero nunca le había dolido tanto. Ninguno de los dos dice nada en los minutos siguientes.
-Perdóname por gritarte- señala la chica, cuando está a punto de llegar al hospital.
-No te preocupes. La culpa es mía.
-Sí, en eso estoy de acuerdo. Pero las formas no son las correctas.
Alan la observa. Ella, sin embargo, no quiere mirarlo. Aunque sea lo último que haga, él decide que debe contarle la verdad.
-Monique no es mi novia- repite por tercera vez-. Lo fue. Ya ni me acordaba de ella. Lo que sí es cierto es que no me he portado bien. Este verano tenía pensado ir a verla a Suiza... hasta que apareciste tú. Entonces cambié mis planes y me vine para España. Solo por ti. A Monique le mentí y dejé de llamarla.
-Alan, no quiero que me des más explicaciones.
-Entiendo que estés enfadada...
-No lo entiendes. No sabes comportarte con los demás. Puede que seas un buen chico, incluso que puedas querer a alguien de verdad. Pero ahora mismo, nadie en su sano juicio se fiaría de ti. Salvo alguien como yo, que, ¡tonta de mi!, casi me arriesgo contigo.
Los dos se miran un instante.
-Eso significa que lo nuestro no puede ser, ¿Me equivoco?
-No te equivocas. Porque si te doy una oportunidad y me enamoro de ti, seguramente terminaría como esa pobre chica suiza a la que has engañado.
El Ferrari llega al hospital.
-Imagino que esto es el fin.
-Una cosa que no ha empezado no puede tener fin.

8.10.12

La noche y el día.


Cuenta una leyenda china la historia de dos amantes que jamás logran reunirse. Se llaman Noche y Día. En las horas mágicas del atardecer y el amanecer los amantes se rozan y están a punto de encontrarse, pero nunca sucede. Dicen que si prestas atención puedes escuchar sus lamentos y ver el cielo teñirse del rojo de su rabia. La leyenda afirma que los dioses tuvieron a bien concederles algún instante de felicidad y por eso crearon los eclipses, durante los cuales los amantes logran reunirse y hacer el amor. Tú y yo también esperamos nuestro eclipse. Ahora que hemos comprendido que ya nunca volveremos a encontrarnos, que estamos condenados a vivir separados, que somos la noche y el día.

7.10.12

Love? No, thanks.


Querido corazón:


¿Por qué, corazón? ¿Por qué él? Creía que ya habías sufrido suficiente con todos los anteriores, y ahora te encaprichas con este. No te entiendo. Hay millones de personas en el mundo, y te fijas en él. ¿Te gusta lo complicado, verdad? Pues bien, a mi también me gustaba, al principio, pero ¿sabes? Estoy cansada de salir siempre perdiendo. Según tú si duele es que es amor de verdad, pero yo en esto no veo amor por ningun lado. Amor es que dos personas estén dispuestas a todo la una por la otra, pero aqui soy yo la única que da, y la única que no recibe nada. Aunque como sabes, desde nuestra experiencia, eso no es nada nuevo. Creo que es mi destino: me ha tocado ser la idiota que lo da todo por alguien, y al final de una manera u otra, siempre acaba perdiendo. Prometimos no volver a enamorarnos, tú también lo prometiste. Dicen que el amor es algo maravilloso, pero a mi me han demostrado todo lo contrario. No entiendo que se gana siendo feliz unos momentos, cuando la felicidad nunca es proporcional al dolor. Y realmente me da igual, al principio pensaba que esta vez sería diferente, como siempre. "Enamorarse de nuevo, que bien suena". Pero todo son más mentiras, más engaños, y más sufrimiento. El amor es la mayor mentira a nivel universal, y los que creen que existe son solo insignificantes fichas que están siendo manipuladas por este sentimiento tan falso. Asi es que corazón, siento decirte, que si quieres seguir luchando por alguien que no da un paso por ti, adelante, pero yo no volveré a hacerte caso. Lucharé contra ti cuando pretendas salirte de mi pecho al tenerle a escasos centímetros de mi. Te ignoraré por completo, como él me ignora a mi. Sufrirás, no te haré caso, serás un organo insignificante abandonado en lo más profundo de mi cuerpo. Y cuando él me mire, ya no sonreiré tontamente como tu me ordenas, ni sentiré como se me cae el cielo encima. No. Eso ya ha terminado. Ahora te toca a ti sufrir un rato. Te enseñaré lo que es realmente el amor: sufrimiento, soledad, y engaño. No hay nada más.

Same mistake.


Te vas, y la vida se me va contigo. Fui estúpida al pensar que esto algún día funcionaria... pero el tiempo solo hace que lo nuestro vaya a peor. Desapareces, y no me queda consuelo alguno que pararme a pensar porqué, porqué ocurre todo esto ahora, yo sabia que probablemente jamás habría nada más, que solo somos dos conocidos que se conocen muy bien, dos vidas que se cruzaron por casualidad en el momento menos adecuado. Pero al menos me sentia especial a tu lado, y pensaba que tu también. Intenté darte todo lo posible, intenté hacerte ver que mi corazón es sincero, al igual que mis ganas de seguir adelante a pesar de todo. Sin embargo, una vez más, me he vuelto a equivocar. Nos enseñan a no confiar en desconocidos cuando somos pequeños, y al crecer, es lo primero que hacemos. Nadie conoce verdaderamente a una persona, no debemos de creer las miles de cosas que nos dicen, por muy maravillosas que sean. Ninguna persona sabe si hará daño a otra, pues no conoce ni sus sentimientos, ni su forma de pensar. Somos libros cerrados que se abren a las personas equivocadas. Una vez abiertos, descubren nuestras virtudes, nuestros miles de defectos, y nuestras debilidades. Luego nos abandonan, se van, sin más. Sin dejar rastro. Arrasan con todo. Nos quitan la vida y la poca esperanza que tenemos, y se la llevan con ellos, dejándonos un vacio insoportable. Pero tú sigues pensando que volverá... Que nunca se ha ido... Pero lo cierto, es que realmente nunca estuvo ahí.

4.10.12

Masoquismo.

Este es el momento, el momento que estoy sentada frente al ordenador y  leo cosas que no quiero leer. El momento en el que se me enfrían las manos y se me calienta el pecho simultáneamente. El momento en el que no se si tengo frio o calor, mis músculos se tensan, y mi cabeza sufre un profundo desagrado. El corazón me late más rápido, mi tráquea se cierra y me impide respirar con facilidad. Los ojos se me humedecen… y acto seguido, me levanto corriendo hacia la cama. Doy un pequeño salto, y me pierdo en la inmensidad de mi roído colchón. Entonces, me pongo a mirar al techo, de un claro color lila, algo sucio.

Y empiezo a pensar… ¿Quién? ¿Cómo? ¿ Dónde? ¿ Por qué a mi? / ¿Le odio? ¿Le quiero? ¿Le necesito?... Entonces automáticamente, un torbellino de respuestas me acechan: ¿Quién? Ella. Tan perfecta y jodidamente dificil de superar. Y también él, que la llena de besos y de amor mientras yo muero de celos sin necesidad. ¿Cómo? Las cosas pasan, ellos están enamorados, y yo no puedo hacer nada. Alguien o algo quiso que me cruzara en sus caminos, y a día de hoy no entiendo el motivo. ¿Dónde? Espacio y tiempo indeterminados, nadie sabe si algo durará para siempre. ¿Por qué a mi? Supongo que tenía que pasar, no tengo una explicación lógica, siepre me toca cargar con lo peor. ¿Le odio? Ojalá tuviera esa ventaja. ¿Le quiero? A veces sí, a veces no. ¿Le necesito? Nunca lo sabré realmente.Y en ese momento me doy cuenta de que estoy perdiendo el tiempo. Que en mi mano tengo lo que quiero y lo que necesito. Que tú podrías tenerlo también pero no das ningún paso por conseguirlo. Y que tengo que olvidarme de todo lo demás.

Sólo un simple juego.


-¿Jugamos?
+¿A qué?
-Es un juego muy divertido, pero no tiene nombre.
+Bueno, vale. ¿En qué consiste?
-Te explico: Tenemos que pasar mucho rato juntos, cada día un poco más; Quedar, hacer como si nos acabáramos de conocer, y poco a poco ganar más confianza. Podremos besarnos, abrazarnos, acariciarnos, e incluso acostarnos.
+¿Y las reglas?
-Solo hay una única regla, y es que en este juego, no se pueden usar los sentimientos.
+Pero eso… ¡Eso es imposible!
-Que va, es bien fácil. El primero que sienta dependencia del otro, pierde; No se puede echar de menos, ni soñar despierto, ni susurrar su nombre, ni sonreír idiotamente cuando sus recuerdos acudan a tu cabeza.
+Entonces… ¿No puedes enamorarte?
-No, a no ser que quieras perder
+Bueno, se puede intentar…

“Todos empezamos jugando, divirtiéndonos a costa del placer que transmite un simple beso. Algunos ganan y se mantienen impasibles. Pero la gran mayoría pierde, enredándose en una tela de araña, siendo devorados por el traicionero amor."