18.5.15

Sé el hombre que él no quiso ser.

"Esta vez, he decidido que quiero hacerlo bien.

Sé que en el fondo sólo somos seres humanos. Supongo que lo digo como si fuese una excusa, cuando realmente es sólo un hecho. Es así como prefiero recordar al chico que no pudo ser lo que yo esperaba. Los recuerdos aún vuelven a mí de vez en cuando, pero todo ha quedado en el pasado y he decidido seguir con mi camino. Sin embargo, me gustaría que supieras que traigo esta maleta conmigo, que la llevo a todos lados y que aunque he tratado de perderla o dejarla abandonada en algún sitio siempre vuelve a mí.

Quizás lo que pido es demasiado, y si es así, quiero que me lo digas desde ahora, antes de que tu imagen se convierta en algo recurrente en mis pensamientos, antes que nos convirtamos en una decepción mutua. Como verás, he decidido que esta vez quiero hacerlo bien, quiero amar y ser amada. Estoy harta de hacerlo todo a medias.


Por favor, sé el hombre que él no quiso ser. Sé ese chico que estará dispuesto a quedarse conmigo incluso en los peores momentos. El hombre que no saldrá corriendo en esas ocasiones en que la angustia no me deje ser tan interesante, en los momentos en los que no pueda pensar con claridad. Sé ese chico que querrá poner su mano sobre mi hombro y apoyarme. Sé ese hombre que me dejará apoyarte también y entrar a tu vida.

Sé ese chico que querrá escuchar sin interrumpir, y que cuando haga preguntas, lo hará porque tiene sentido y no sólo para rellenar un momento incómodo. Sé ese chico que siempre tendrá tiempo, incluso en los días más imposibles, para hablarme aunque sea por sólo 5 segundos. Sé ese chico que me dejará claro que le importo y que no soy sólo una más en una lista interminable de chicas sin nombre y sin rostro.

Sé ese chico que me transmita seguridad, aquel hombre a quien le creeré cada palabra que diga porque yo seré igual de transparente contigo. Sé ese chico que tendrá sus propios intereses y que igual me tendrá como una de sus prioridades, sé ese hombre que me verá tal y como soy y que aceptará mis defectos y virtudes porque yo también quiero verte así: completo, real, increíble, humano, imperfecto.

Déjame llenar tus días con mi risa, déjame alimentar mi alma con tus pequeñas sonrisas, esas que sólo yo puedo ver de tanto en tanto. Sé ese chico que me sorprenderá con sus ocurrencias, aquel que dejará que la naturaleza impredecible del amor me envuelva de forma cálida esta vez. Permíteme mirarte a los ojos y darme cuenta que vale la pena confiar en ti. Sé que estoy dañada, sé que han sucedido cosas y es por eso mismo que quiero hacer las cosas bien esta vez. Quiero sanarme, pero necesito que me lo permitas y quiero ser honesta contigo.

Sé ese chico y prometo darte todo, lo bueno y lo malo, si es que decides quedarte. Sé ese chico porque yo quiero ser esta mujer, la que decide quedarse y una vez más mostrarse vulnerable ante el amor."

El texto pertenece a Upsocl.

16.4.15

"Ojalá que la imagines. Espero que ahora cuando no puedas verla, sea cuando más guapa la pienses. Que de tanto pensar en su mirada, acabes por desgastar su imagen y tengas que volver a ver sus fotos. Que te pases las noches en su Instagram y se te escape algún like desafortunado para ti y afortunado para ella. Que los likes no sean suficientes y abras su conversación, esa que no terminaste de responder.
kvb
Ojalá que la necesites. Que pienses que se te está yendo de las manos la locura por no tenerla al alcance de tu mano. Que la veas como a la chica que dejaste ir y tanto te arrepientes. La que ahora estará con otro. La que ni de coña estará pensando en ti. ¿Cómo va a estar pensando en ti? Estará haciendo su vida, preciosa, en la barra de un bar con fulanitodetal, ese que tanto le hablaba y te prometía entre copa y copa que nunca se fijaría en él. Pero claro, ahí estas tú, en otro bar muy lejos de ella con una cerveza en la mano, apenándote por lo que dejaste marchar, y no puedes hacer nada. No puedes, porque fuiste tú con tus miedos e inseguridades el que no podía soportar el peso de una cosa tan grande, de una persona como ella. Esa chica que abrió tus horizontes y ahora estará despertando ilusiones en otros ojos, los de ese fulanitodetal que tanto te quita el sueño. Los de ese que no eres tú. Y ella lo sabe.
Y tú, que dices que de esto sabes mucho, que los desengaños amorosos no son nada para ti, pasas noche tras noche entre zapatos de tacón y ropa interior barata, de esa que encuentras en bares y discotecas a horas bastante sospechadas de la noche. Ella, que pese a todo, después de verte entre los labios de otras seguía ahí, con una sonrisa despreocupada haciendo lo que fuera por no dejar ver su desilusión, porque pasase lo que pasase seguía siendo esa chica especial que nunca reconocerías como algo más.
¿Y sabes qué? Ojalá que la busques en otros besos, y que un carmín distinto te recuerde a la mañana siguiente que no es ella, que te has vuelto a perder.
Ojalá que algún día dejes de ser tan cobarde y las palabras que no supiste decir vuelen hasta su ciudad, esa que tampoco quisiste visitar por miedo a que te enamorase con y como ella."
 
e44e4759d8e39990429789653481b8ee



A quien nos dejó marchar.

"Leí una vez, que cuando no podemos expresar nuestros sentimientos porque las palabras se agolpan en la garganta, cuando no nos va a escuchar quien tiene que hacerlo o cuando, simplemente, es mejor quedarse en silencio, lo mejor es escribirlo. Y funciona. Me funcionó en su momento. Hoy, me he visto reflejada en las pupilas de un desconocido y me he reconocido, tiempo atrás, en una situación similar. Por ello, he escrito estas letras. Para todas aquellas personas que necesitan decirse algo a sí mismas y a alguien en especial.
1935c4139bed4a6905df517b55fb0212
No se trata de rencor, no se trata de querer y no poder. Que no queremos cambiar nada y de nada serviría poder hacerlo. Simplemente, se trata de leer estas palabras, y sobre todo, de que alguien las lea. Porque en algún momento de tu vida, alguien te dejó marchar, y aunque haya llovido bastante desde entonces y sus huellas se hayan borrado por completo, de vez en cuando, recuerdas que un día alguien te dejó marchar. Y hoy, simplemente, quieres darle las gracias porque sin él, o sin ella, y esos días grises, hoy todo sería diferente. Por lo que, a quien nos dejó marchar le doy las gracias, por habernos construido.
Hubo días malos. No vamos a fingir que no ha sido así. Hubo días muy malos. No sé si los hubo para ti, me imagino que sí. Cuando algo se acaba, aunque una de las partes esté totalmente convencida, siempre duele. No porque tengamos alguna duda, ni porque no lo deseemos, sino porque en algún momento, cuando todo comenzó, pensamos que el final no llegaría nunca. Y sin embargo, llegó, porque todo acaba, de una manera u otra.
84303f3a38e762610dc13fd63e11e8e7
Pero también hubo días buenos. En los que comparas, y te das cuenta de que tal vez es mejor así. Y que, probablemente, hubiera sido mejor así desde hace más tiempo del que queríamos creer. Que nos aferramos tanto a algo, simplemente por rutina o por comodidad, que olvidamos todo lo bueno que nos estamos perdiendo. Y me resulta sorprendente, cómo una persona puede cambiar por su pareja, moldearse hasta perder su esencia y volverse en blanco y negro, perder todo el color.
No te deseo nada malo, de hecho, espero que encuentres el amor y, que esta vez, no tenga punto final. Digamos que este es momento “Someone like you” de Adele pero, bromas aparte, has de saber que no hay aversión en mis palabras. Que, simplemente, las cosas no siempre salen como queremos. Que esa frase de “no eres tú, soy yo” tiene más sentido de lo que queremos creer. ¿Que qué pasó? La vida. De nada sirve estar con alguien por pena o compromiso, simplemente es alargar lo inevitable. Has de saber también, que las cosas se pudieron hacer mejor, pero que tampoco es fácil. Que los hechos se van desencadenando un poco al azar y otro poco con la mala suerte.
2675844b3168079bd993e09548e52993
No lo sé. No sé qué pudimos haber sido. Y ahora, la verdad, no me importa. Me importó en su momento, y esa idea rondó por mi cabeza hasta que mi imagen de ti se difuminó y se perdió entre mis recuerdos. Porque, si algo tengo claro, es que siempre permanecerás ahí, en alguna parte de mi memoria, como alguien especial. Que si nos encontramos, no quiero que actuemos como desconocidos, porque si algo duele realmente es fingir que algún día no fuiste importante para mí.
Pero alguien ocupó tu lugar. No tiene por qué ser una pareja. Tal vez fue una amiga, un amigo, tal vez un familiar, un compañero, un hobby. Y, obviamente, alguien ocupó el mío. Y así es como ha de ser, no quiero huecos vacíos en ningún corazón. Pero también tengo que decir, a quien me dejó marchar, que es una decisión con la que tendrás que cargar el resto de tus días. Que puedo prometerte, que jamás encontrarás alguien como yo, al igual que estoy segura que nunca conoceré a nadie como tú. Porque todos somos únicos, inigualables, especiales desde los pies a la cabeza. Que nadie te volverá a mirar con los mismos ojos, ni te sonreirá de la misma manera. Que nadie volverá a hacerte reír del mismo modo. Ni a hacerte llorar. Y tal vez, en algún momento, cuando creas que me olvidaste, alguien pasará a tu lado con mi perfume y durante unos segundos volverás tiempo atrás. Y pensarás. Pensarás en mí.
55c9feb69fee615591a8645412d33e6f
¿Sabes qué creo? Que un día cualquiera, una mañana cualquiera, después de un tiempo, te despertarás con alguien a tu lado y te darás cuenta de que me echas de menos.
Hay historias que nunca acaban pero, del mismo modo, hay otras que nunca llegaron a empezar. Te deseo lo mejor a ti, y a quien te dejó marchar, por hacernos libres."

11.3.15

Hoy no ha sido la alarma del teléfono ni la luz entrando por la ventana la que me ha despertado, sino el dolor. Después ha amanecido, pero no en mi. Mi reloj todavía marca las 1 de la madrugada del día de ayer, el momento exacto en el que te perdí. No he dormido, cómo hacerlo sabiendo que tú no volverás a ser mi almohada, que no volveré a despertarme en mitad de la noche pensando que es un sueño lo que estoy viviendo, para luego girarme y ver que no, que sigues ahí, tumbado a mi lado, pero ya no.

Ya no volverás a estar, no como me gustaría que estuvieras. Tenía tantas esperanzas, tanta ilusión por luchar por algo que los dos sabíamos que era demasiado complicado... Y confiaba en ti, de verdad que lo hacía. Confiaba en que te resultaría imposible renunciar a mi, a mi voz, a mis besos, a mis enfados de niña pequeña. Ahora sé que no. Ahora sé que sigo siendo la misma inútil que está dispuesta a dar todo de sí misma por las personas que más quiere. Que ama como si fuera la primera vez, aunque ya le hayan roto el corazón en mil pedazos antes. Que lo entrega todo arriesgándose a quedar totalmente vacía. Vacía... que bien me define esa palabra ahora mismo. Estoy vacía, de ilusiones, de esperanza, de un mínimo atisbo de felicidad, vacía en todos los sentidos. Las fuerzas no me llegan ni para escribir esto, porque jamás me hubiera imaginado haciéndolo.

No te imaginas cuánto he llegado a quererte, cuánto lo hago. Te convertiste en mi película favorita desde el primer momento en que empecé a sentir por ti, y ahora sólo puedo darle a rebobinar una y otra vez en mi cabeza, como si así aún siguieras conmigo, como si aún no te hubieras ido.

Te escribo desde la cama en la que debería estar acurrucada a ti, donde nos ha anochecido y amanecido juntos, donde has llegado a hacerme tan feliz. Ahora tu lado se ha quedado tan vacío como me he quedado yo, y lo único que arropan ahora mis sábanas es tu ausencia.

No te imaginas cuánto dueles, quiero que pare. Necesito que pare este dolor que se ha llevado todas mis fuerzas y mis ganas en un abrir y cerrar de ojos. Me enamoré de cada uno de tus centímetros, habría aguantado cualquier tormenta solo por saber que te tengo conmigo, pero el hecho de que yo te necesite tanto no implica que tú también lo hagas.

Te lo has llevado todo contigo. Pensaba que desde la última vez, nadie volvería a dolerme tanto, nadie despertaría en mi esa maldita necesidad de necesitar. Pero te necesito, y te quiero (Dios, y no sabes cuánto). Y me dueles, me dueles como nunca.

No sé si algún día cambiarás de opinión. Por mi parte, sigo sin creer que haya cosas imposibles, y lo nuestro no es imposible. La palabra Imposible es una excusa que utilizan las personas que no tienen agallas a luchar por algo. Yo las tenía todas de mi parte, porque el premio, que eras tú, me motivaba más que cualquier excusa. Y ya estoy empezando a hablar en pasado, y ni si quiera me estoy dando cuenta. Creo que aún no soy consciente de esto, creo que el dolor aún puede incrementarse más, si es que es posible. Exagerada, para muchos, pero no para mi. No para mi que siento que he perdido uno de los grandes premios que ofrece la vida, uno de esos trenes en los que si no te subes pronto, pierdes para siempre. Eres maravilloso, y quiero que lo sepa todo el que lea esto. He conocido los rincones más remotos de tu cuerpo, de tu ser, y te juro que me habría quedado en ellos a vivir toda la vida.
Eres uno de mis personas favoritas, aunque ya te lo he dicho demasiadas veces. Eres esa persona con la que me habría gustado despertar todos los días del resto de mi vida (mi vida sin ti). Pero quererte me ha dejado seca, ya no sé por qué vena me estoy desangrando, ni se como hacer que pare. Creo que la única forma sería contigo entrando en razón, pero como debo afrontar las cosas como son, supongo que "el tiempo lo cura todo", y que tú sanaras con él.

Te mereces lo mejor, y espero que lo encuentres. Espero que encuentres una chica que te haga más feliz de lo que alguna vez te hice yo -si acaso lo conseguí-, te mereces alguien que nunca te haga daño, te mereces alguien que se enamore completamente de ti, que pierda el sentido y la razón por tu persona, como yo he hecho, pero a la que sepas corresponder en cuerpo y alma. Ojalá la encuentres, y ojalá la encuentre yo también. Ya no sé si el problema es mío, pero siguen alejándose de mi las personas que más quiero. Quizá no estoy hecha para esto, o quizá simplemente, no estaba hecha para ti... pero cómo me habría gustado, cómo me habría gustado vivir con tu sonrisa eternamente... Ahora, sólo me queda seguir queriéndote con cada pieza, sinceramente, ya las cuento por miles, aunque seguro que tú te has llevado contigo la mitad.

No soy consciente. Sigo pensando, imaginando, que volverás a entrar por mi puerta con ganas de quedarte. Sigo pensando que vas a volver diciéndome que se te hace insoportable estar sin mí. Sigo pensando que vas a necesitarme. Sigo pensando que no vas a encontrar a otra que te llene más que yo, pero lo harás, por supuesto que lo harás, y yo me quedaré callada, quieta, deseando haber sido yo esa persona, deseando haber seguido celebrando meses hasta que hubiésemos perdido la cuenta, deseando que siguieras conmigo, que no estuvieras ya tan lejos.

Sólo, te quiero.

27.2.15


"Qué extraña sensación el no cerrar los ojos cuando me destrozas el corazón. Qué irónico quedarme quieta mientras veo cómo lo conviertes en un millón de pedazos diminutos. 
Deberías saber que ya los cuento por millones, y que lejos de temer el corte de tu afilada lengua, esperan impacientes cada nuevo abrazo de tu espada. Dicen, que tienen un plan, que se han puesto todos de acuerdo en dejarse destrozar por dentro. 
Creo que piensan que así, 
se podrán colar de nuevo por alguno de tus recovecos...
Lo que tú no sabes, es que he aprendido a quererte con cada uno de ellos."

25.2.15

.

“Ya no espero a que me respondas con un “te amo” entre los labios, tampoco a que me contestes el móvil cuando estoy borracha en cualquier bar de la ciudad, sólo para recordarte lo mucho que te quiero y lo mucho que me importas. Y, cariño, no es falta de interés, simplemente entendí que no me necesitas en tu vida, aunque tú en la mía seas indispensable. Estoy jodida, lo sé. Pero debo dejarte ir, independientemente de lo que quiera e independientemente de lo que sienta. “Quédate tranquila”, me dices mientras el mundo se cae a pedazos. “Corre”, me dice la razón; “quédate, vamos a intentarlo una vez más”, me dice el corazón desangrándose por cada agujero causado por balas ajenas. Suelo seguir al corazón, pero llega el día en que te cansas de tanto dolor y prefieres seguir a la razón, aunque a ser verdad termina doliendo de igual manera cuando quieres que alguien te ame con la misma intensidad con la que lo haces tú, pero tristemente las cosas no pasan como en las películas, por desgracia, no decidimos con quien complicarnos la vida. Y lo mejor que puedes hacer es dejarlo ir, porque su felicidad está en otro lugar y al lado de alguien más, aunque hacerlo implique que las noches sean más oscuras, que el invierno sea un poco más frío y que tengas que compartir insomnios con la soledad. Que tengas que dedicarle silencios, porque es una de las muchas formas de querer. Y es que no hay nada más triste que despedirte de la persona con la que un día planeaste un futuro, sin importar un final feliz o uno desastroso, porque la muerte es tentadora cuando la relacionamos con el amor, pero al final terminamos muriéndonos con la soledad entre los dedos y la incertidumbre de no saber cuántas veces tendremos que morir para encontrar a una persona con la cual morir valga la pena.”

Benjamín Griss

15.2.15

¡Qué viva el romanticismo!

Ayer fue San Valentín, que realmente considero otro día más en el calendario, ya que a pesar de considerarme muy romántica, no creo que el amor deba demostrarse un día al año, si no cada día, con pequeños gestos y detalles, y sin necesidad de gastar mucho dinero en grandes regalos para hacer feliz a tu pareja. O al menos eso pienso yo, y creo que la mayoría de las personas.

Aún así, ya que hay un día para todo, ¿por qué no iba a haber un día para el amor? Al fin y al cabo, el proceso es el mismo que con el día del padre, o el día de la madre. Y cómo yo siempre he pensado que el amor es lo que mueve el mundo, me alegra que haya una fecha en el calendario que lo conmemore, aunque no comparta la idea de que sea un día exclusivo para celebrar que estás enamorado.

Pues bien... con todo esto quiero llegar a una "noticia" o idea que me he encontrado por Facebook, para mostrar que no necesitamos mucho dinero para demostrar lo felices que somos con alguien o lo mucho que le queremos. Tan sólo necesitamos ganas, amor, cariño, e imaginación.

Fuente: Difundir.org
La noticia va de un chico que por San Valentín hizo a su novia un regalo súper original (y súper romántico), que empezó con un simple tarro de cristal. Luego, sólo necesito folios de tres colores distintos, y empezó a escribir en ellos notas, para ser exactos, 365 notas, para que su pareja leyera una cada día del año. Los organizó por diferentes categorías, cada una equivalente a un color: recuerdos, frases, razones por las cuales está enamorado de ella... De manera que ella, cada mañana, puede elegir qué quiere leer. Y bien, el resultado final fue el de la derecha.

Es un ejemplo súper sencillo de cómo, con un poco de imaginación y muchas ganas de hacer feliz a tu pareja, puedes hacer algo tan tan bonito como esto. Y de la manera más económica posible.

A mi sinceramente me regalan algo así y me da un infarto, creo que es de los detalles más más bonitos que he visto nunca, además, creo que son cosas que se están perdiendo, como el romanticismo. Con lo bonita que era la época en que se escribían cartas de amor, creo que todo aquello debería regresar... A la vista está, que quizá a una persona que no es muy romántica no le hace tanta ilusión como a otra que sí lo es, pero en serio, ¿a quién no le hace ilusión una cosa así? Por muy frío que seas, te regala esto la persona a la que quieres y deberías derretirte, no sé, a mi me parece increíblemente precioso, por eso necesitaba compartirlo aquí.

Así que nada, comentad qué os parece, y...  ¡Qué viva el amor!


14.2.15

14.

No sé por dónde empezar, pero supongo que lo más fácil es empezar por aquello que sabes de sobra, que te quiero.

Te quiero, y no sé realmente cuando empecé a quererte, pero sí tengo claro que no voy a dejar de hacerlo, que esto es un no parar y realmente es algo que me asusta. ¿Se puede querer tanto a alguien en tan poco tiempo? ¿O quizá es cosa de mi extrema sensibilidad y romanticismo? Nunca lo sabré, pero lo hecho, hecho está, y yo sé que esto ya no tiene solución, que el amor consiste en otorgarle a otro el poder de destruirte, y te aseguro que tú dispones de todas las balas posibles (sólo espero que no aprietes nunca el gatillo).

Sé que te quiero, porque cuando te veo dormir, me pasaría la noche en vela observándote. Que a veces incluso pienso en grabarte, por eso que dicen de que las cosas increíbles deben ser guardadas, y te aseguro que para mi no hay nada más increíble que tenerte en mi cama, y saber que no te vas a ir (Aún así, te guardo en mis ojos junto a mis fotografías favoritas, la tuya ocupando el primer lugar). Que no hay paisaje más bonito que tu silueta bajo mis sábanas, y que desde que te convertiste en mi almohada favorita me cuesta mucho conciliar el sueño si no te tengo.

Te quiero porque me haces reír, porque manejas mi corazón a tu antojo cuando estás cerca y porque a Madrid puedo llamarlo hogar desde que tú entraste en mi vida. Te quiero porque eres real, porque por ti volví a abrir mi corazón después de muchos años de dolor y desamor, y porque me arriesgué a quererte aún sin saber si tú lo hacías. Porque me haces feliz, porque me estremeces con tan solo ponerme un dedo encima, y porque desde que probé tus labios supe que no quería besar otros nunca más.

Te quiero incluso cuando no debo quererte, cuando te vas sin despedirte o cuando me haces enfadar. Te quiero por las noches, por las tardes, a cualquier hora del día. Te quiero en Enero, en Febrero, en Marzo, en Abril... (y ya sabes como sigue). Te quiero en cualquier lugar, en cualquier momento -no te imaginas lo bonito que se vuelve un metro o un autobús cuando eres tú quien viaja a mi lado-.

No sabes lo feliz que me haces cuando estamos juntos, lo rápido que pasa el tiempo cuando te tengo conmigo, y lo mucho que desearía detener los relojes entonces. Nunca me cansaría de ti. Si despertara todos los días contigo a mi lado, y volviera a irme a la cama también contigo, no lo haría. Me has jodido, y mucho. Estoy totalmente atrapada y no sabes lo que me asusta pensar que algún día puedas irte y tenga que olvidarme de ti. Cómo olvidarme de alguien que me ha hecho sentir tanto, que me hace sentir tanto. Cómo olvidarme de alguien que a pesar de ser totalmente lo contrario a lo que buscaba, me ha calado tan dentro. Cómo olvidarme de ti, si para eso tendría que olvidarme también de mi, de lo mucho que te quiero y de lo imposible que me resultaría tener que vivir sin ti, ahora que ya sé lo que es estar contigo.

Te quiero... y mientras escribía esto, y pensaba en la cara que pondrías si por casualidad un día llegaras hasta aquí, y leyeras las cursiladas que la loca de tu chica te escribe, me he dado cuenta de que quizá empecé a quererte antes de lo que imagino, que quizá la vida, el destino (llámalo como quieras) te tenía preparado para mí, como un nuevo reto (porque no eres fácil de querer). Que por eso, en nuestro primer encuentro, decidí quedarme aunque en un principio no fuera a hacerlo. Quizá fue porque tenía que conocerte a ti. Quizá por eso también, en el primer momento en que tu piel y la mía se rozaron la primera noche en que salimos, en aquella cafetería de la estación, sentí cosas que nunca había sentido, cosas que no esperaba sentir por ti. Por eso no aparté la mano, y como me gustó que tú tampoco lo hicieras -y qué bonito me parece ese momento ahora que sé donde hemos acabado-. Qué bonita me parece la vida si eres tú quien está a mi lado.

Feliz 14 mi amor, feliz primer mes. Estoy segura de que nos esperan muchísimos más por pasar juntos. Ojalá este sueño nunca acabe. TE QUIERO, en negrita, en mayúsculas, subrayado...

P.D.: Espero que nunca leas esto, sólo de pensar la cara que pondrías, me muero de vergüenza. Qué distintos somos y cómo te quiero.