14.2.15

14.

No sé por dónde empezar, pero supongo que lo más fácil es empezar por aquello que sabes de sobra, que te quiero.

Te quiero, y no sé realmente cuando empecé a quererte, pero sí tengo claro que no voy a dejar de hacerlo, que esto es un no parar y realmente es algo que me asusta. ¿Se puede querer tanto a alguien en tan poco tiempo? ¿O quizá es cosa de mi extrema sensibilidad y romanticismo? Nunca lo sabré, pero lo hecho, hecho está, y yo sé que esto ya no tiene solución, que el amor consiste en otorgarle a otro el poder de destruirte, y te aseguro que tú dispones de todas las balas posibles (sólo espero que no aprietes nunca el gatillo).

Sé que te quiero, porque cuando te veo dormir, me pasaría la noche en vela observándote. Que a veces incluso pienso en grabarte, por eso que dicen de que las cosas increíbles deben ser guardadas, y te aseguro que para mi no hay nada más increíble que tenerte en mi cama, y saber que no te vas a ir (Aún así, te guardo en mis ojos junto a mis fotografías favoritas, la tuya ocupando el primer lugar). Que no hay paisaje más bonito que tu silueta bajo mis sábanas, y que desde que te convertiste en mi almohada favorita me cuesta mucho conciliar el sueño si no te tengo.

Te quiero porque me haces reír, porque manejas mi corazón a tu antojo cuando estás cerca y porque a Madrid puedo llamarlo hogar desde que tú entraste en mi vida. Te quiero porque eres real, porque por ti volví a abrir mi corazón después de muchos años de dolor y desamor, y porque me arriesgué a quererte aún sin saber si tú lo hacías. Porque me haces feliz, porque me estremeces con tan solo ponerme un dedo encima, y porque desde que probé tus labios supe que no quería besar otros nunca más.

Te quiero incluso cuando no debo quererte, cuando te vas sin despedirte o cuando me haces enfadar. Te quiero por las noches, por las tardes, a cualquier hora del día. Te quiero en Enero, en Febrero, en Marzo, en Abril... (y ya sabes como sigue). Te quiero en cualquier lugar, en cualquier momento -no te imaginas lo bonito que se vuelve un metro o un autobús cuando eres tú quien viaja a mi lado-.

No sabes lo feliz que me haces cuando estamos juntos, lo rápido que pasa el tiempo cuando te tengo conmigo, y lo mucho que desearía detener los relojes entonces. Nunca me cansaría de ti. Si despertara todos los días contigo a mi lado, y volviera a irme a la cama también contigo, no lo haría. Me has jodido, y mucho. Estoy totalmente atrapada y no sabes lo que me asusta pensar que algún día puedas irte y tenga que olvidarme de ti. Cómo olvidarme de alguien que me ha hecho sentir tanto, que me hace sentir tanto. Cómo olvidarme de alguien que a pesar de ser totalmente lo contrario a lo que buscaba, me ha calado tan dentro. Cómo olvidarme de ti, si para eso tendría que olvidarme también de mi, de lo mucho que te quiero y de lo imposible que me resultaría tener que vivir sin ti, ahora que ya sé lo que es estar contigo.

Te quiero... y mientras escribía esto, y pensaba en la cara que pondrías si por casualidad un día llegaras hasta aquí, y leyeras las cursiladas que la loca de tu chica te escribe, me he dado cuenta de que quizá empecé a quererte antes de lo que imagino, que quizá la vida, el destino (llámalo como quieras) te tenía preparado para mí, como un nuevo reto (porque no eres fácil de querer). Que por eso, en nuestro primer encuentro, decidí quedarme aunque en un principio no fuera a hacerlo. Quizá fue porque tenía que conocerte a ti. Quizá por eso también, en el primer momento en que tu piel y la mía se rozaron la primera noche en que salimos, en aquella cafetería de la estación, sentí cosas que nunca había sentido, cosas que no esperaba sentir por ti. Por eso no aparté la mano, y como me gustó que tú tampoco lo hicieras -y qué bonito me parece ese momento ahora que sé donde hemos acabado-. Qué bonita me parece la vida si eres tú quien está a mi lado.

Feliz 14 mi amor, feliz primer mes. Estoy segura de que nos esperan muchísimos más por pasar juntos. Ojalá este sueño nunca acabe. TE QUIERO, en negrita, en mayúsculas, subrayado...

P.D.: Espero que nunca leas esto, sólo de pensar la cara que pondrías, me muero de vergüenza. Qué distintos somos y cómo te quiero.

No hay comentarios: