
Me gusta pensar que la vida es como
un libro abierto. A medida que pasan los días te adentras en un nuevo capitulo. Algunos son efímeros, y otros sin embargo duran una eternidad. En ellos también aparecen nuevas personas, nuevos personajes, que a veces no solo ocupan un capítulo del libro, si no que llegan a ocupar todas las páginas. Hay otros personajes que aparecen, y te hacen la vida más difícil. Al principio te los encuentras, y piensas que serán ellos los que avanzaran capitulo a capitulo junto a ti, pero a medida que avanzas te das cuenta de que o desaparecen por su cuenta, o tienes que pasar de capítulo para hacerlos desaparecer, porque no benefician para nada tu papel.
Cada página de tu libro es un mundo, así que no tengas prisa en leerlo, porque
no dura eternamente. Vive cada momento como si fuera el final, porque cuantas más páginas desaproveches, antes terminará el libro, y mejor arrepentirte de haber leído algunos capítulos, que tener que vivir sin saber que habría ocurrido en ellos. Porque al final solo ocurre una cosa; el libro termina,
se cierra, y ya no puedes dar marcha atrás, solo tiene que quedarte la satisfacción de haber leído todas esas páginas, y sobre todo:
no tienes que arrepentirte de nada, porque en realidad, el libro de tu vida sólo puedes escribirlo tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario