Prendí fuego a la lluvia. Prendí fuego a tus cartas, a tus fotos, a todo lo que me recordase de alguna forma a ti. Ni si quiera pensé en ti cuando lo hize, si no en mi. Pensé en todos los momentos en los que te había mirado a la cara por un instante, pensando que harías de mi vida un mundo mejor, cuando lo único que hiciste fue proporcionarme una escalera que conducía directa hacia el infierno. Y realmente te doy las gracias por aparecer en mi vida en un momento así. Tu inteligencía y tus facultades para hacer daño enseñaron a una niña débil y frágil que no es oro todo lo que reluce. Gracias a ti ahora soy fuerte. Soy diferente. Gracias a ti he aprendido a no confiar en simples palabras bonitas. Ahora sé muy bien que los te quieros no son te quieros si no se sienten de verdad. Y los besos, sin sentimientos, son solo un simple roce de labios. ¿Quién eres tú? No lo sé. Pero ¿Quién soy yo? Lo sé perfectamente.
28.1.13
La respuesta no es la huída.
Y aunque ahora el mundo gire en otra dirección, eres tú quién le da sentido...
A lo que dice tu dormido corazón: "no todo está perdido".
22.1.13
Loneliness.
Una marabunta de gente la rodea. Hablan entre ellos, sonríen, comparten risas, y murmuran algunos que otros secretos en la oreja de la persona que está justo a su lado. A simple vista, cualquier persona que pasase cerca de ese grupo, sonreiria y pensaría en lo maravilloso que es estar en compañía y sentirse querido. Pero los ojos de esa persona sólo ven lo que quieren ver. No le muestran que dentro de ese grupo, individualmente, una de esas chicas en ocasiones se siente sola. ¿Como se puede sentir soledad cuando uno está rodeado de personas? Aquella pregunta es la misma que la chica se hace en cada uno de esos momentos en los que su corazón se siente vacío.
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